lunes, 7 de septiembre de 2009

¿Cómo, pero todavía sigo por aquí?



Pues nada, no sé que opina el pequeño caballito, éste equino de plástico hecho en honor a la democracia y al librecambismo moderno, estalla de ira tras no conseguir lo que se propone, las miradas que se posan sobre él no le presionan, las quemaduras y las lanzas no le frenan, su destino está sin escribir ni concebir tan siquiera; éste ciudadano perfecto mira por él y por todos y arrastra una carga de deséos y libertades que no puede sentir. Él sabe que es una contradicción en si misma, qué es lo que se le dice y corre por donde los altos muros de su señorío no ocultan su horizonte. Pero en el fondo de su ser añora a Pegaso, a ese caballo de leyenda que podía echar a volar y viajar a la montaña sagrada dónde se le creó, en ése momento un estremecimiento cubre su cuerpo se da cuenta, de que él mismo ha pintado su pelaje y ha practicado la automutilación. En el momento en el que descubrió que su mente podía ser libre se dió cuenta de que su cuerpo lo será cuando estén en simbiosis total.
Un saludo demócrata: artistatotal

1 comentario:

  1. Creo que solo un demócrata en busca de Mamaaaa!!!puede hacer esto;es decir crear una obra,pero que en realidad es solo la parte secundaria de la obra, aunque esta parte secundaria se crease antes en el tiempo.Porque para mi; "caballo demócrata" es solo la parte física y secundaria de lo que realmente es la obra en si, que no es otra cosa que el texto que lo fecunda.Para mi ya se acerca el dia en el que el librecambismo viajara a lomos de : " caballo demócrata" para enfrentarse con el proteccioneismo de la mula Francis.
    El librecambismo no va a llagaaaar.

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