22 días después
Me he dado un pequeño descanso, unas pequeñas vacaciones en las que no me he movido del sitio, tardaba mucho en ponerme de acuerdo en cuándo volver a aparecer por aquí y decidí descansar por todo un ciclo lunar, veintidós días, o mejor dicho, veintidós noches, veintidós musas.
Porque a veces es eso que no podemos ver en nuestro día a día, lo que nos llena de fuerza e ilusión; porque mientras para los demás no es nada, para nosotros es un misterioso atardecer, son arañazos, fatiga y alucinaciones, es dolor, es amor, es templanza y arraigo existencial, es una lucha por el yo terrenal que se desvincula del espiritual y no siente ni padece.
Es la lluvia que no podemos ver, y que empapa nuestros huesos de luz de primavera, de colores nuevos e imprevisibles, de la confusión que nos obliga a escoger entre un camino y otro, que nos obliga a perdernos entre una y otra realidad. Impera, cura y nos hace libres. Nos dirá que no regimos nuestro presente, nos confundirá con su moral caduca, pero su deseo es que venzamos las barreras que nos imponen desde niños, ella solo juega con esas medias verdades para que aprendamos por nosotros mismos lo que somos y lo que seremos, apuntará al cielo estrellado y exclamará: - Ahí es donde termina tu conciencia, búscala u olvídala-.
Muy contento de volver a escribir: Artistatotal. Un saludo.
Buenas tenga! Así que eres del club de los estuches con secreto oculto... Jajaja. No estamos tan solos en el mundo, al final. Quizás algún día encuentre el tuyo por ahí... te mantendré informado. Yo voy a emplear estas vacaciones en descansar también, siento que lo necesito. Me alegro de que vuelvas con fuerza.
ResponderEliminarUn beso
Nuka