"Ayer vi a la virgen": o las extrañezas de la carencia de fe y su ignorar estigmatizante.
Detalle de ilustración de tintes poéticos, acrílico sobre cartón.
A veces pensamos que la fe es un estigma en sí mismo, que la religión un arma de control del ser humano; pero tan solo es un triste recuerdo de lo que fue, tan sólo ataca a los más débiles, su labor de captación engancha a las clases más desfavorecidas y en los lugares con más bajo nivel de conocimiento o azotados por un clima social más incierto, cómo en zonas arrasadas por la guerra, países del tercer mundo y guetos.
Es como el niño cobarde y carente de ego que aprovecha una pequeña superioridad en algún u otro sentido y explota al más débil. Sólo son víctimas de sí mismos e intentan evitar su desaparición arrastrando a la mayor parte de gente hacia el abismo, se aferran a un clavo ardiendo con la esperanza carnavalesca de una fe basada en el amor, pero siendo éste un disfraz del odio y la intransigencia de los dogmas medievales. Una máquina de certezas carente de imaginación incapaz de conseguir el progreso que anhelan.
Pero la importancia de la religión Católica en nuestra sociedad es un fantasma de demagogia y su relevancia y posicionamiento político una realidad virtual, un "mira hacia otro lado" político.
Decía Oscar Wilde que la moda, ya en el siglo XIX, era el sustituto de la religión en el ámbito de sentirse aceptado, creando esos infantiles círculos elitistas que son cualquier grupo sectario identificable por su estética. Y el símbolo del poder económico del individuo en su nuevo ardid por aparentar y no sentirse inferior al resto de humanos miedosos y desamparados.
Luego nuestro nuevo Dios es el dinero, ente abstracto por excelencia y poseedor de todos los valores de la antigua religión; la católica aquí destripada, o cualquier otra, porque realmente los valores conceptuales no difieren apenas entre unas y otras, tan sólo las costumbres y ritos más propios de cada territorio.
El valor antropológico es más bien anecdótico y sería interesante para descifrar la raíz unitaria, ahora situada en una tribu indoeuropea, llamada Kurgan, que se expandió en pleno Neolítico por todo Europa y Asia, siendo los padres de Hititas y Persas, y las musas de Hitler ( sumando la influencia de Nietzsche)para crear el modelo bélico de los nazis, hasta la esvástica, símbolo de benevolencia al principio, procede de éstos yayos de nuestra cultura, un historia apasionante.
Sería genial conocer todas éstas historias con detalle, sin la barrera del hermetismo sectario de las instituciones religiosas de toda procedencia, comprensible, por otra parte.
Aún así, sería reconfortante una aparición Mariana, me encantaría mirarle a la virgen a los ojos e invitarle a una copa. Con ésto no pretendo ofender a nadie, tan sólo me atengo a mi libertad de culto, porque para eso me hago uno propio que funcione en función a nuestra era. Si alguien quiere montarse una religión, ponedme un mensaje, que bien organizada te ahorra un dineral en impuestos. Un saludo.